domingo, 18 de noviembre de 2012

Cómo tener más tiempo


La gente está aborregada porque no tiene tiempo.

¿Por qué no tiene tiempo? ¿quién se lo quita? Vamos a empezar a hacer hueco... No tenemos tiempo por culpa de la tele... si apagáramos la tele ya tendríamos mucho tiempo libre. Por otro lado, la gente pone la tele para “descansar” pero no es así. Si tú miras la tele apagada durante 10 min estarás a los 10 min con muchas más ganas de hacer cosas que si la hubieras visto 2 horas. Es más, al ver la tele 2h estarás igual de cansado que cuando empezaste.
Por otro lado, sería cojonudo, imaginad ¿cómo nos van a dominar si no vemos la tele? ¿si no tienen ese arma de entretenimiento y de miedo? Porque la tele “nos entretiene” para no dejarnos tiempo para pensar en otra cosa y, por otro lado, nos mete un miedo horrible a todo: a que la cosa está mu mala, a lo sobrenatural, a temernos unos seres humanos a otros...
Con la tele meto también el cine, claro, que hace lo mismo: entretenernos y acojonarnos.

En fin, una vez eliminada la tele de nuestras vidas, aparece un montón de tiempo pero no suficiente. Aparecerá suficiente tiempo cuando dejemos de hacer cosas desde el punto de vista de los demás. Es decir, ¿por qué voy a comprarme esto o lo otro? Porque me imagino que, cuando los demás me vean con esto o lo otro, me van a ver muy bien. O porque si me ven esto que llevo me va a dar vergüenza. En el caso de las madres, además de a nosotras mismas, tenemos que mirar por el qué dirán si nuestr@ hij@ no va adecuad@. Al final, me veo utilizando mi tiempo en comprar cosas porque así me quedo más tranquila desde el punto de vista de los demás, creo que voy a ser más "aceptada". 

Obviamente, comprar es una vía de escape para los que no les gusta pensar hacia dónde cojones van. Entonces, como quieren entretener su cabeza no sea que se den cuenta que su vida tiene poco sentido, compramos para entretenernos, para imaginarnos la situación de cuando usemos dicho objeto y así va pasando el rato... y la vida...

Hemos perdido el norte, el norte del porqué de las cosas. El norte de a dónde vamos y para qué hacemos esto o lo otro. ¿No estaría bien pararnos cuando vamos a hacer algo y ver si realmente yo lo quiero hacer o es que me siento empujada por la sociedad o culpable si no lo hago, o señalada o criticada, etc?

Una vez apagada la tele y no forzada a hacer cosas que no quiero (como comprar esto para que los demás me vean así o asao, o irme de viaje para luego poderlo contar...), ¿qué hago con el tiempo que tengo? Pensar cómo puedo ayudar a mejorar el mundo suena bien, ¿verdad? o pensar qué puedo hacer para sentirme mejor ante determinada situación o persona que me perturba y me trae infelicidad (bueno, ya sabemos de otra entrada que la infelicidad no me la produce otra persona, puede que esa persona lo ponga en mi puerta y llame, pero seamos sinceros, los que abrimos la puerta somos nosotros...).
Imaginemos que todos, cada día, pensamos alguna cosilla para mejorar el mundo y/o que gestionamos mejor lo que sentimos para sentirnos más felices... Imaginemos un mundo en el que la gente está por ayudar y en el que hay cada día menos gente cabreada... 
Imaginemos que es así ya y seguro que ayudamos a que sea un poquito más así.