sábado, 10 de diciembre de 2011

Nadie me puede faltar al respeto

Ni a mi ni a ti, claro.

Nadie me puede faltar al respeto salvo yo mismo.

El fin de todas las personas es ser lo más felices posible. Pero hay veces en las que no lo soy, y no lo soy porque decido enojarme. Cuando me enojo no hago daño al que me produce el enojo sino a mí mismo, entonces, ¿por qué me enojo si me hago daño? me estoy faltando el respeto a mí mismo, que quiero ser feliz y ¿quién no me deja? yo mismo, que elijo enfadarme. Este comportamiento es algo que hemos aprendido pero que debemos cambiar porque no nos hace más felices ni mejora nada, más bien al contrario.

Ya lo he dicho en otra entrada en este blog pero creo que merece la pena repetirme: cuando alguien me insulta, por ejemplo, es como si me tirara una flecha, yo puedo dejar pasarla o puedo agarrarla en el aire y pincharme con ella, ¿quién me está fastidiando, el que lanza la flecha o yo mismo que la cojo y me pincho con ella? Si vamos por ahí agarrando las flechas que me tiran para autohacernos daño, ¿no nos estamos faltando el respeto a nosotros mismos autoimpidiéndonos ser felices?

Si puedo evitar que me insulten, lo evitaré (pondré un parte, pondré una denuncia, se lo comunicaré a quien proceda, me alejaré de la persona o situación...), pero no me irritaré porque no dejaré que esa persona pueda hacerme infeliz. No le voy a dar el poder sobre mi felicidad a otra persona.

"Di todo lo que quieras porque no te permito hacerme pasar ni un mal día ni un mal minuto, no tienes ese poder sobre mí :). Con gran satisfacción te comunico que, el poder, es ahora MIO"

viernes, 18 de noviembre de 2011

Empecemos a cambiar a mejor

El mundo está mal, si queremos cambiarlo tenemos que empezar a desarrollar el pensamiento divergente, es decir, buscar soluciones desde un ángulo distinto al ángulo desde el que mira el problema la mayoría, es la única manera de encontrar una solución realmente nueva:

http://www.youtube.com/watch?v=U4tL4eS--XM

La diferencia entre la dictadura y la democracia es que, en la primera se obedece, en la segunda, se vota cada cuatro años y se obedece. Cambiemos esto, de la manera que queráis, pero cambiémoslo.

Aquí hay una manera que se han inventado unos pocos:

http://www.youtube.com/watch?v=mczFrBYUAkY 

Pero seguro que hay más, lo que pasa es que a la mayoría no se le ocurren porque se les murió el pensamiento divergente en la niñez...

http://www.youtube.com/watch?v=g8J4LqQPy0M&feature=related 

Feliz finde electoral

viernes, 15 de julio de 2011

Consumir la mitad, trabajar la mitad, se acabó el paro :)

Yo no pillo por qué, si hay paro, quieren que nos jubilemos más tarde. O por qué hay gente que echa muchas horas en el trabajo... ¿no sería más lógico que trabajáramos todos menos y así el trabajo que hay se repartiría?
¿Por qué no incentivamos la media jornada? Tendríamos que gastar menos pero tendríamos más tiempo libre para dedicarlos a la gente que queremos (el ocio no es caro, en España, hasta hace poco, el ocio era pasear e ir a la playa o a la plaza los domingos; esto se cambió por consumir e ir a los centros comerciales, e ir a los bolos y no sé cuántas cosas más que hemos criticado de los americanos y ahora hacemos lo mismo...). Además, si ganamos menos, las casas, que es lo que se come más del 50% del salario de los españoles serían más baratas. El problema de los últimos años ha sido, entre otros, hacernos creer a todos que nos podíamos comprar una casa al precio que fuera, sólo hacía falta aumentar los años de la hipoteca y mágicamente, podíamos pagarla. Si no lo hubiéramos creído no habría habido un montón de gente comprando casas por encima de sus posibilidades reales a largo plazo y no habría subido la vivienda de la manera en la que lo ha hecho.
Por otro lado, sigo pensando... si cada vez hay más trabajos que hacen las máquinas, nos tenemos que inventar nuevos trabajos para suplir éstos que desaparecen y para dar trabajo a la población creciente pero, para inventarse nuevos trabajos hace falta inventarse nuevos usuarios para esos productos o servicios que fabriquemos y, si ya no tenemos tiempo para nada, ¿cómo nos va a dar tiempo a consumir otro producto o servicio más? Si, además, vemos que la felicidad no está en consumir, ¿por qué queremos seguir alimentando esta rueda que nos hace infelices? Me invento un trabajo con el que doy un nuevo servicio, tengo que buscar clientes que, o dejan de hacer otras cosas con lo que otros pierden trabajo o es que consumimos más. Eso es lo que ha pasado en los últimos 30 años, cada vez hemos consumido más con lo que hemos ido consumiendo la mayor parte de lo que nos ofrecían pero, ¿podemos seguir consumiendo más y más para que la rueda siga girando?

Tenemos que empezar a funcionar de otra manera, a hacer un ciclo de verdad, no una espiral en la que, para dar trabajo a los que llegan, por narices, tenemos que consumir más, a costa del tiempo para nosotros mismos del bueno, del tiempo para nuestros hijos y de los recursos limitados del planeta.

Trabajemos menos, consumamos menos y ganemos tiempo para pasear y hablar con los amigos.

jueves, 14 de julio de 2011

Cambiar el rumbo del mundo

Hemos oído a cientos de personas quejarse de su puesto de trabajo, quejarse de lo mal que lo trata el jefe o, más bien, de lo gurrumino que es, que con tal de ahorrarse esto o lo otro, nos hace cosas que nos incomodan pero, ¿hemos pensado si estamos exigiendo que nos traten de una manera en la que no tratamos a los demás?
¿Cómo vamos a cambiar el mundo? puede ser más sencillo de lo que parece: cambiando nuestra manera de consumir.
Obviamente, lo primero, es consumir menos, tratar de consumir lo que necesitamos y darnos cuenta de que muchas de las cosas que consumimos, sencillamente, no las necesitamos. Lo primero que no necesitamos en absoluto y no nos damos cuenta son los embalajes, las bolsas, los plásticos que nos envuelven y envuelven nuestros alimentos... Tratemos de comprar los alimentos lo menos empaquetados posible y, desde luego, sin usar bolsas de usar y tirar para su transporte. La única basura que es reciclable 100% es la que no se genera.
Por otro lado, ¿por qué elegimos este supermercado con respecto a otro? Normalmente porque es más barato. Cuando hay un producto más barato que en la tienda de al lado es porque, en algún sitio, han reducido el coste del producto. En muchos casos esto se traduce en que la persona que hace o que transporta o que vende el producto más barato cobra menos, o trabaja más horas por el mismo salario o cualquier otra cosa que haga reducir el precio final.
Si nosotros no nos movemos por ética sino por el precio, por ahorrarnos unos euros, ¿por qué nuestro jefe debe ser ético y no moverse por la pela? Si encuentra un trabajador que trabaja más barato que tú o más horas, ¿por qué no le va a contratar? está en su derecho, igual que tú estás en el tuyo de comprar aquí que te cuesta 1 euro más barato.
Si nosotros compramos productos sin importarnos a quién explotamos, ¿por qué nos quejamos si nos quieren explotar?
¿Qué pasaría si cambiáramos nuestra manera de comprar? Si cada vez que tuviéramos que comprar algo no pensáramos en "dónde está más barato" sino en "¿dónde creo que el producto será más justo?". Aunque no lo sepa con seguridad, al hacernos esta pregunta ya está empezando a cambiar el rumbo de nuestra sociedad porque, en vez de llevar nuestra energía a "lo más barato", "explotar a alguien para que a mí me cueste más barato", la estoy llevando a "mi clara intención es no explotar a nadie". A veces lo conseguiré más que otras pero, desde luego, es mi clara intención.
Si nos han comentado que este supermercado trata mejor a sus trabajadores que aquel otro, o que muchos países exportadores no respetan los derechos humanos y tratan inhumanamente a sus trabajadores, o que esta fruta viene de aquí al lado y la compro sin intermediarios (con lo que sé que el agricultor está recibiendo un precio más justo que si lo compro en una gran cadena), o que en aquel bar llevan trabajando las mismas personas muchos años (será que les tratan bien, normalmente)... Si, a la hora de elegir, elegimos lo que creemos mejor para el mundo, estaremos en el camino de lograr lo mejor para el mundo.
¿Qué pasaría si hubiera locales o tiendas u hoteles en los que, justo a la lista de precios, pusiera "aquí damos horarios y sueldos justos a nuestros trabajadores".
Sé que es muy difícil comprarlo todo de comercio justo, lo primero es porque hemos sido hasta ahora tan poco solidarios que apenas hemos comprado productos de comercio justo con lo que no hay gran variedad y el precio es bastante mayor. Pero, ¿qué pasa si elijo comprar lo más justo que puedo dentro de tratar de ser felices? No se trata de amargarse, de enloquecer o sentirse culpable de lo hecho hasta ahora, basta con empezar a girar mi mirada y a redirigir mi dinero hacia algo más ético. Poco a poco, veremos cómo el mundo gira con nosotros, porque nosotros hacemos el mundo, no lo hacen los grandes.
Lo que yo hago o intento siempre que puedo y quiero (que puede ser mejorable, claro):
- Comprar alimentos directamente del productor y con la menor cantidad de embalajes posible (Puedo ir a la frutería con mi carrito y no usar una sola bolsa) (Puedes echar un vistazo a ecoindalo o a selecfrus si te interesa este tema).
- Comprar alimentos ecológicos que contaminan menos.
- No comprar alimentos que vienen de muy lejos. No es necesario, no los compremos o reduzcamos mucho su consumo.
- No comprar productos de países en los que los derechos humanos no se respetan (en todos sitios se cuecen habas pero, reconozcámoslo, en unos se cuecen muchas más habas que en otros).
- Prefiero comprar 2 de comercio justo que 5 que no lo es. Con eso estoy diciendo "traed más comercio justo, creo que el mundo deber ser más justo y yo contribuyo a ello".
- Poner mi dinero en bancos lo más éticos posible para que mi dinero no financie empresas de armas o que no tienen ética. (Echa un vistazo al 2º video en esta otra entrada).

En general, se consciente de tus pasos en vez de vivir en la superficialidad y la inconsciencia en la que la tele nos quiere sumir. Somos mucho más que meras marionetas que consumen lo que nos echen, somos capaces de distinguir lo que quiero de lo que no, de pensar a dónde quiero encaminar mis pasos.

jueves, 2 de junio de 2011

Debemos ser conscientes de lo que está bien y lo que está mal y de lo que hacemos por los demás o por nosotros mismos, porque nos hace más felices o para evitar el qué dirán

Los romanos no se ocultaban para ir al baño:  las letrinas eran unos bancos con muchos agujeros, cada persona tenía su agujero pero nada de cortinitas entremedias. Por otro lado, es muy normal ver a un tío meando pero "que no nos pillen a nosotras", es algo que te da vergüenza. ¿No será todo esto cultural? No será que nos han dicho que es feo? Los niños pequeños no tienen vergüenza de que les veas haciendo pis o caca pero, con el tiempo, se fijan en que sus papis cierran la puerta del baño para hacer ciertas cosas con lo que intuyen que no debe ser decoroso...

¿Por qué hemos puesto al sexo y a otras cosas naturales en el conjunto de las cosas feas que no deben verse? Lo del sexo sí que no lo entiendo: gusta a todo el mundo, todo el mundo habla de ello porque somos progres pero que a mí no me pillen...

Por otro lado, ir en pelotas por la calle, te pueden meter en la cárcel por ello pero ¿a quién hago mal? Sin embargo, si chillo a alguien, si le falto el respeto a alguien, si tiro basura o papeles a la calle, o al mar, con todas estas acciones estoy haciendo un mal. Alguien sufre con mis actos, sin embargo, no voy a la cárcel por ello. ¿A alguien le ofende que yo vaya en pelotas? Es como si a alguien le ofendiera que yo no llevara la cara cubierta con un burka... Son escalones de la misma escalera.

¿Por qué, sin hacer daño a nadie, no puedo hacer lo que mi cuerpo me pida? ¿por qué criticamos al que va en pelotas, o a la que lleva mucho escote o la falda muy corta o al que se sale un poco de la norma o a los que hacen el amor en la calle? Alguno diría, o pensaría “es que no se puede hacer lo que a uno le de la gana”.¿Por qué? Mal no hago ¿Porque tú lo dices? ¿o por joder? ¿me jode que otros sean felices? Eso pareciera que hubieran estado y estén promulgando muchas religiones durante mucho tiempo: primero el decoro, las buenas costumbres, y luego la felicidad de las personas.

Pensemos algo más de nuestra sociedad. Creemos que somos libres, que podemos hacer lo que queramos, que podemos hacer lo mismo los hombres que las mujeres. Y no es cierto, seguimos teniendo las mismas normas que antaño, suavizadas, pero son las mismas. Un hombre puede ir sin camiseta, una mujer no, es más, si enseña un poco más de lo que debe es una "guarrilla". ¿Qué es un "guarrillo"? me pregunto.

Tampoco se le permite a un hombre casi llorar, o abrazar y besar a un amigo. O cogerle la mano en momentos difíciles... Los hombres no pueden expresar su cariño, su amor, tocando a otras personas, abrazándolas, poniéndoles una mano en el brazo, porque si tocan a chicas son salidos y si tocan a chicos son maricones.

Sigue habiendo muchas cosas "de hombres" o "de mujeres" que están vedadas al sexo contrario. Algunas nos dan igual pero otras nos hacen sufrir innecesariamente. Hay hombres a los que les gustaría mostrar esta ternura y dar cariño en forma de abrazos o besos pero no pueden para no ser tildados de esto o lo otro.

¿Qué prefiero, un hombre que quiere que yo sea la mujer más feliz del mundo y que disfrute de esta vida lo más que pueda, incluso estando con otros hombres o uno algo celoso que no me “deje” estar con otros hombres porque soy “su” mujer?
Es fuerte que prefiramos ser propiedad de alguien... ¿Quién nos habrá enseñado a que debemos tener dueño? ¿de dónde hemos aprendido que si no es que no nos quieren?

Parece que hemos aprendido lo que es el amor en las películas: la mayor parte de la gente no tiene relaciones constructivas pero, como sacado de una novela de supuesto amor, se sacrifica por el otro, se falta al respeto a uno mismo... No se trata de orgullo, se trata de crecer con cada relación que tenemos.
Todas las personas que llegan a nuestra vida nos enseñan algo, la pareja es de lo que más nos enseña. Igual que hay amigos que entran y salen de tu vida, porque hemos cambiado, porque ya no nos aportan, aunque le quiera mucho a dicho amigo, hay veces en las que no hay ya cosas comunes y, sin dejar de amar a dicha persona, simplemente, ya no comparto las mismas cosas.

Por otro lado, a todo el mundo le atrae más de una persona, el que lo niegue está mintiendo, ¿por qué tenemos que ocultar algo que a todo el mundo le pasa? Que me guste mucho, muchísimo mi pareja no significa que no me pueda gustar otra/s persona/s. ¿Hemos venido a estar toda nuestra vida con una pareja? Si somos realmente felices sí, pero la mayor parte de la gente se queda con su pareja por:
  • el qué dirán
  • porque si nos divorciamos, la sociedad o nuestros padres, o nuestros hijos o eso les hemos ensañado, nos ven que hemos fracasado en mayor o menor medida. Dicen que es una lástima... lástima es no separar una pareja que se aburre junta . Lástima es que las personas se estanquen y dejen de crecer porque su relación no lo permite. Eso es lo realmente triste.
  • por seguir el ideal romántico de que yo estoy con mi media naranja (a lo mejor era tu media naranja a los 20 pero dejó de serlo desde los 40, ¿qué haces aún con media naranja pocha si ahora te has convertido en una sandía?
Por eso hay tan poca gente que se divorcia de buen rollo: cuando no estamos a gusto en una relación, cuando no sumamos sino que restamos, cuando no hay felicidad sino amargura, ¿por qué seguimos juntos? Si en cuanto detectamos un conato de amargura o malestar fueramos lo suficientemente valientes y honestos de analizarlo y ver si quiero seguir o no, pero no por los demás, sino por respeto a nosotros mismos, no llegaríamos a las horribles relaciones de parejas separadas. Como no queremos verlo de inicio, nos empezamos a hacer daño hasta que reventamos y claro, una vez reventados es muy difícil recomponernos y es más difícil asumir la propia cobardía de no haber hecho lo que tenía que hacer. Preferimos echarle la culpa al otro. El otro no es perfecto, pero nunca lo ha sido, ya era así cuando empezamos ¿con qué derecho le pedimos o le exigimos que cambie? Cambiará si quiere, no por amor a mí, cambiará si cambiar le hace más feliz a él/ella. Y si yo no soy feliz de esa manera tendré que cambiar yo o irme, pero no hace falta que me vaya cabreada, me puedo ir con un beso y pensando en qué maravilloso que voy a seguir el camino que me hace feliz, dando las gracias por lo aprendido con esa persona. 

Por cierto, ¿quién ha dicho que la casa tiene que estar ordenada? ¿Ikea? Si el desorden de la casa me hace infeliz, tengo dos opciones:
  • aprendo a vivir feliz con lo que tengo (una persona encantadora que me hace feliz - porque si no tengo esto vuélvase a leer el párrafo anterior - ) y lo que esa persona quiere darme.
  • me piro porque no me compensa, voy a ser más feliz fuera.
¿Quién ha dicho que las tareas del hogar haya que repartirlas? no es cuestión de guerra de sexos, es cuestión de lo que a cada uno le hace feliz: si a mi pareja le gusta vivir con cierto desorden y cierta falta de limpieza porque prefiere gastar su tiempo y dinero en otra cosa ¿por qué le tengo que exigir que tiene que hacer la mitad de las tareas que yo considero? ¿porque yo tengo necesidad de más orden y más limpieza? Esa persona puede de vez en cuando hacer algo que a mí me guste, ordenar o limpiar más pero, como no lo está haciendo por ella misma sino por mí terminará echándomelo en cara, porque ha sido un esfuerzo. 
Las personas a las que les gusta todo ordenadito tendrán que buscar fórmulas para no exigir a otro lo que no quiere hacer. No hay que hacer 50-50, cada uno hace en función de lo que necesita y le gusta. Hay tantas cosas que hacemos porque la sociedad dice que es lo que hay que hacer y que nos hacen infelices... 
Suponemos que la casa no está muy ordenada o limpia, pero es un nivel de limpieza más que aceptable en este mundo (miremos con perspectiva, el polvo es parte del mundo) y viene mi madre a comer, tengo dos opciones:

  • agobiarme porque viene mi madre, tirarme la mañana limpiando aunque no me apetezca mucho (hay veces que a uno le ape limpiar pero otras, reconozcámoslo, no nos apetece nada pero lo hacemos porque nos da vergüenza que nos critiquen). Cuando llega está todo superordenadito.
  • Cuando llega mi madre, le doy un beso y me dice que qué desorden tengo, o cualquier otro comentario, le digo que he preferido estar mi mañana de domingo haciendo el amor...
Ahora diríamos que no le puedo decir esto último a mi madre porque te empieza a decir cosas... De nuevo ¿por qué lo que yo hago tiene que hacer feliz a mi madre en vez de hacerme feliz a mí? ¿soy parte de esa sociedad que critica cuando las cosas no son como deben? ¿somos "la madre"? ¿Dejamos a los demás ser felices? ¿nos dejamos a nosotros ser felices o nos exigimos hacer "lo que debemos"?


domingo, 29 de mayo de 2011

¿El sexo es tan normal?

Afortunadamente soy una mujer, no soy mayor y tengo pareja estable, con lo que puedo hablar de sexo sin que piensen que soy un salido, o un viejo verde o una guarrilla.

¿Por qué si el sexo es algo natural es tan malo que nos pillen? Incluso que sea con mi pareja y en mi casa, "me muero de la vergüenza" diríamos. ¿En qué quedamos? Es bueno para mi piel y mi pelo pero ¿se me cae la cara de vergüenza si me pillan?

Si es tan bonito y tan natural, tan "yo no tengo ningún problema en hablar de sexo", ¿cómo es que hay que practicarlo tan a escondidas que apenas hayamos pillado a nadie in fraganti...?

No es que nos de vergüenza que nos vean, es que nos da vergüenza hasta que otros siquiera imaginen que lo estamos haciendo. No ya que nos oigan...

Se supone que a mí el sexo nunca me han dicho que sea malo pero claro, una cosa de la que no se habla ni se ve, muy bueno tampoco podía ser... Y eso es lo que les transmitimos a nuestros hijos, que captan lo que hacemos no lo que decimos: decimos que es normal pero no actuamos como si fuera normal.

Por otro lado la iglesia te dice que es pecado. ¿Por qué va a ser malo algo que no hace daño a nadie? un pecado es aquello que no es bueno, algo que hace un mal pero, el sexo ¿a quién se hace daño?

Los adolescentes, ¿follan o hacen el amor? Porque si han aprendido de lo que ven, lo único que ven en este sentido son pelis porno en las que el amor no rezuma, la verdad... Yo creo que en su vida han visto hacer el amor... con lo que se creen que hacerlo es eso: fuerza, pasión loca, correr mucho... Perdón pero el amor de todos los días no es ese.

El amor se hace con respeto, con un gran respeto por nuestro cuerpo y el de la otra persona, porque nos estamos dando amor, da igual que conozcamos hace 30 años a la persona o que sea hace sólo un par de horas, debemos tener y tenernos respeto.
Para mucha gente hacer el amor se ha convertido en algo de orgullo o prepotencia. Me suena al viejo Oeste, si mato a uno me hago una muesca en la pistola y si me tiro a uno o una se hace lo mismo en la punta... Obviamente, aquí no hay respeto, no se trata de tirarse a uno o a trescientos, sino de hacerlo con respeto y entendiendo que debemos hacer el AMOR, no follar, que no es lo mismo, y abunda mucho más de lo segundo que de lo primero. Y así nos va.

Nos faltamos al respeto cada vez que estamos con alguien que no nos valora en todo nuestro ser, no sólo en el físico, que no nos respeta. ¿Dejaríamos a un guarro entrar en nuestra casa y comer de nuestra mesa, poner los pies encima o decir cosas malsonantes o nos sentiríamos que nos falta al respeto? ¿Por qué hay mujeres que se dejan tratar así, sin respeto? A lo mejor les han enseñado o han visto en sus casas que eso es lo que hay si eres mujer.

Oí una vez a unas chicas que se querían poner más tetas para gustarle más a los hombres. No tenemos que gustarle más a los hombres ni a las mujeres, nos debemos de gustar más a nosotros mismos, y el que no le guste que no mire. Si le gusto más a un hombre porque tengo tetas no creo que me esté respetando mucho.

En esto hay una gran diferencia: ¿me pongo un escote porque me encanto, porque estoy guapísima; o me pongo un escote para que otros me miren y me valoren y así rellenen ese hueco de autoestima que no soy capaz de llenar yo sola? Eso lo debemos responder cada una, no debemos juzgarlo los demás, porque no somos quien para erigirnos jueces sobre lo que hacen otros, eso es perverso, sobre todo si a mi no me hace mal (porque si me hace mal lo que otro se ponga, es que sufro de envidia, verde envidia).

El sexo debería ser normal, y quitar esos miedos a enfermedades, a embarazos... No digo que no exista esa posibilidad, pero es como si me dijeran que no viajara porque me puedo matar con el coche y por ello me quedara encerrado en mi casa cuando en realidad quiero salir y ver mundo.
Pero tampoco estemos en el extremo opuesto, no vayamos a 200 por la carretera o sin cinturón o sin carnet. Cuando se hace algo hay que ser conscientes de los riesgos que entraña, por eso no te dejan conducir a los 8 años, porque puede ser peligroso para ti mismo.
Tampoco te respetes tan poco que hagas o dejes de tener sexo por lo que otros piensen, no por lo que tú sientas, sean tus amigos o tu novio, tu madre o el cura. Nadie más que tú sabe lo que es mejor para ti y nadie que te respete de veras te debe pedir ni presionar ni chantajear emocionalmente para que hagas o dejes de hacer algo que tú quieres o no quieres.

domingo, 15 de mayo de 2011

Elegir mi vida en cada momento

A la hora de afrontar algo malo o regular que nos llega y no podemos cambiar tenemos dos posibilidades:
  • quejarnos hasta la saciedad y aburrir a todos y a nosotros mismos.
  • cambiar nuestro punto de vista y recibir lo bueno que tenga tal situación.
Hay personas y situaciones que aparentemente no hemos elegido pero que llegan. Cosas que no son justas, cosas que no merezco, mala suerte, personas insoportables... si, si, ya, ya, lo que sea pero, ¿de qué narices me sirve quejarme de algo que no puedo cambiar? 
¿Para relajarme? lo dudo, a veces es necesario contar algo para alejarme de la situación y poder verla con perspectiva y, al contarlo, lo consigo, con lo que no se trata de una queja sino que es un replanteamiento de la situación para verla desde más arriba.
Quejarse es caer en la trampa de darle vueltas al asunto, remover la porquería sin ninguna intención de hacer nada con ella, sólo quejarse. En este caso uno no se siente mejor, no se ha desahogado porque, en cuanto llega otra oportunidad de quejarse, volvemos a hacerlo.
Desahogarse es en cierta manera limpiarse, con lo que uno se queda limpito y mejor (des-ahogarse es salir del agua donde me ahogaba).
Al quejarnos nos quedamos igual de sucios que cuando empezamos la queja, a veces incluso peor porque, para victimizarnos, ampliamos nuestra queja y así podemos darnos más pena.

Retomemos: tenemos una situación que no podemos cambiar. Por ejemplo, tenemos un profesor idiota que no enseña y vamos a su clase cabreados por ello. Si vamos cabreados y esperando un profesor imbécil y que no enseña, ¿qué encontraremos? un profesor imbécil y que no enseña. ¿Pero qué pasa si hoy decido utilizar la energía que uso en quejarme en estar de buen humor y esperar que hoy algo voy a aprender? Puedo pensar que no es tan capullo, que es una persona que tiene sus problemas y que también hay que ver la paciencia que tiene que tener para aguantar a mi compañero Felipito que menudo plasta es... O las voces que pegamos, o el poco caso que le hacemos... Hoy, voy a decidir, porque yo puedo decidir por mí mismo, no siguiendo a la masa, decido elegir ser más feliz en sus clases y para ello veo todo lo bueno que tiene la situación en la que me encuentro: estoy sentado, nadie me obliga a hacer nada, hace bueno, tengo compañeros que aprecio y con los que me lo paso bien y no tengo porqué faltarle el respeto a nadie, ni a los listos ni a los tontos ni a los profesores idiotas...
Un paso más allá, decido, además, ya que tengo que estar una hora allí, comprobar de qué me entero. Porque de algo siempre me entero cuando atiendo y pienso que me voy a enterar. 

Tanto si creo que puedo, como si no, es cierto. 

Por tanto, tanto si pienso que soy capaz de entender lo que dice el profe como si no, es también cierto.
Si en vez de lamentarme de la clase y tirarme una hora quejándome antes de entrar, otra hora refunfuñendo durante la clase y otra hora indignándome por lo que ocurrió otra vez, con lo cual se me pone mala la sangre, ¿qué tal si decido que hoy voy a aprender un poco y luego me alegro de que sé algo más de lo que sabía al entrar? que soy unas ecuaciones más listo/a que cuando entré. No me fijo en que, de una hora, sólo me he enterado de algo, sino de ¡qué guay que me he enterado de algo! ¡soy algo más listo que hace un rato!.
A veces las personas se comportan mal con nosotros porque nosotros esperamos que se comporten mal y ya llevamos hasta mala cara. 

Puede ser que yo vaya con mi mejor cara y mi mejor corazón y el otro siga estando de mala uva, pero esa es su elección, y le hace mal a su riñón, no al mío. Yo escojo no estar de mal humor, estés tú como estés y seas tú como seas y, además, como quiero sacarle provecho a todas las situaciones (quiero sumar con cada experiencia de mi vida, no restar ni hacerle mal a mi riñón), elijo que no tengas poder sobre mí, que no puedas decidir si voy a tener una mala hora.
Además, si pienso que hoy el profe estará de mejor humor y le trato como si lo estuviera te sorprenderás de que lo esté...

Galletas integrales con aceite de oliva

  • De 230g a 210 g de harina integral 
  • 70 g harina normal 
  • 2 g de levadura de repostería 
  • 1 huevo 
  • 150g de aceite de oliva 
  • 5g de canela molida 
  • De 130 gr de azúcar de caña
  • pizca de sal 
Poner todo en la Th menos las harinas y la levadura. 1' velc. 6
Poner las harinas revueltas con la levadura. 1' espiga.
Sacar del vaso y dejar un rato en el frigo

Estirar la masa entre dos láminas o film. A mí me salen dos láminas para dos bandejas de horno. Luego las corto con un cortapastas y hornear (no hace falta separarlas, se separan luego) a 180º unos 15' a 20' según grosor. Mejor no dejarlas muy hechas porque luego se secan.

Aprender a elegir

Parece que mucha gente no sabe elegir, y no porque no elija, que lo hace, sino porque no renuncia a lo no elegido con lo que no disfruta de su elección.
Es decir, si nos decidimos por irnos con unos amigos a la playa no podemos elegir, a la vez, ir a la montaña. Y lo menos recomendable para la felicidad de esa persona es elegir irse a la playa pero pensando en lo chulo que sería haber ido a la montaña y en lo que te estarás perdiendo: te impides disfrutar de tu elección.
Hay gente que, aún después de elegir, se lamenta de lo perdido, lo descartado, en vez de alegrarse de lo ganado: lo elegido. ¿De qué grupo eres? :)

lunes, 28 de marzo de 2011

Videos para cambiar el mundo

Como ya dije en la última entrada, últimamente hemos apagado la tele y nos dedicamos a ver cosas que encontramos interesantes por la web. Ventajas de ésto:

  • Sin anuncios de cosas que no necesito.
  • Sin violencia.
  • Si me hago pis lo paro y voy al baño.
  • Si quiero comentarlo lo paro y lo comento, e incluso puedo volver a escuchar algo que no me quedó claro.
  • Lo veo en el horario que me da la gana, no tengo que trasnochar para ver algo interesante ni acomodar mi horario y el de mi hija a nada.
  • Y, sobre todo, veo y me informo lo que me da la gana, no lo que a otro/s le/s da la gana que yo vea o que yo me interese en detrimento de otra gran parte de cosas que pasan en el mundo que el que sea considera que yo no debo saber.


En esta línea de "no quiero que me manden", he visto muchos vídeos últimamente y de ellos, selecciono tres que me han parecido simplemente geniales. Vídeos que, si muchos los viéramos, el mundo, impepinablemente, sería de otra manera.

Yo creo totalmente que el mundo va a cambiar así que pongo mi granito de arena para que así sea y yo lo vea, mejor si es con estos ojos.

Empecemos:
Este te da un subidón de energía y ya de paso te ríes:
http://www.youtube.com/watch?v=zK4sB_rWhF8


Este segundo va sobre "todo lo que hago, compro, etc, tiene repercusión y, si el dinero que pago por mis camisetas o que dejo en el banco se utiliza para explotar a otro o hacer guerra seré igual de hijo puta que el que directamente lo hace"
No querer saber no me excusa. Pero no penséis que os vais a sentir mal viendo el vídeo, todo lo contrario, hace falta verlo para caer en la cuenta, para no dejarnos dominar más y sólo hacer aquello con lo que mi conciencia está bien, y así seré muy feliz y será más fácil poner en práctica el vídeo nº 1:

Y éste para cambiar el mundo del todo:


Después de esta entrada os voy a dejar descansar para que tengáis tiempo de verlos.

lunes, 28 de febrero de 2011

Cosas que mi sentido común, cuando apago la tele, me pregunta

¿Por qué las empresas tienen siempre que crecer? ¿dónde está el tope del crecimiento? ¿cómo podemos estar siempre creciendo si estamos en un mundo finito? Si nosotros crecemos, ¿otros decrecen?
¿Por qué queremos ser más competitivos si serlo significa trabajar más horas por menos dinero?

Para que las empresas sigan creciendo hay que producir y consumir cada día más, para hacerlo posible están los siguientes mecanismos:
  • Convencerte de que necesitas algo (yo de pequeña sólo tenía unas zapatillas de deporte, ahora tengo las de correr, las de pádel, las de trekking... tengo tantas porque "las necesito" para hacer estas cosas).
  • Obsolescencia planificada: las cosas no deben durar mucho para que tenga que reponerlas. Todo el mundo se acuerda del frigorífico que tenía tu madre que tenía 20 años y no se le había roto ni la goma. Ahora se estropean mucho antes para que digas "por lo que me cuesta arreglarlo, me compro otro". El producto tiene que durar lo suficientemente poco para que la fábrica que los fabrica no pare porque todo el mundo ya tiene uno en buen estado.
  • Que tú mismo las tires porque te convenzan de que el nuevo es más chuli, o mola más o es ligeramente superior o ya no se lleva.
Con estos tres puntos consiguen lo siguiente: que te compres algo que realmente no necesitas, pero bueno, está ahí, ya lo has comprado. Al poco tiempo, probablemente, se te rompa, justo después de la garantía o se deteriore de manera que creamos que el nuevo ya será mejor y menos deteriorado. Así consumimos sin parar.

¿Cómo se come que haya que consumir sin parar en un planeta finito? ¿nos lo vamos a terminar merendando o cuándo se acaba esto? ¿dentro de 50, 100 o 150 años se acabarán las materias primas de las que hago las cosas ahora?

Si yo de pequeña veía a los romanos como unos bárbaros porque les gustaba ver cómo unos leones comían personas, dentro de no mucho nos verán a nosotros como unos bárbaros que consumíamos sin cesar sin pensar en de dónde vienen todas esas cosas.

Por otro lado, cuando consumimos, tiramos el viejo, ¿a dónde va? ¿cómo podemos generar cada vez más y más basura que sabemos que no es reciclable y nos importe un pito?

¿Somos tan malos para hacer estas cosas horribles y que nos la sude todo?

Yo creo que no, por ello han inventado la tele y nuestra sociedad corre-corre.
Es decir, la forma de vida que nos han dicho que tenemos que vivir y, sobre todo, la tele, hace que estemos atontados y no queramos ni pensar en las cosas que nos rodean. Nos han convencido de que tenemos tantos problemas que ya no podemos pensar en nada más, necesitamos alienarnos y evadirnos y por ello no podemos ver los problemas que realmente tenemos o tendrán nuestros hijos: trabajamos en un trabajo que no nos gusta con lo que cuando terminamos necesitamos seguir ocupando nuestra mente para que no nos demos cuenta de que estamos desperdiciando nuestra vida trabajando y consumiendo: salimos del trabajo y vemos la tele, viajamos para "escapar" de nuestra vida diaria en vez de preguntarnos por qué queremos escapar. Y tenemos que trabajar porque estamos atados a los préstamos que nos han inducido a contraer.

La tele no habla de los problemas que realmente hay ni cómo solucionarlos ni nada que sea realmente trascendente. Si te enseña un problema, el hambre, por ejemplo, que eso sí que es un problema, no los trajes de éste o aquél... En fin, tratan del hambre en la tele: te ponen imágenes desagradables, para que te sientas mal si aún tienes sensibilidad pero, por otra parte, no te ofrece nunca ninguna solución, sólo te dice que les ayudes por lástima pero no porque de veras puedas hacer algo por ellos. El resultado de esto es doble: te insensibiliza por un lado, porque si empatizas un poco te hundes y, como ser humano que lo que quiere es ser feliz, tienes que hacer una coraza y mirar hacia otro lado para poder tratar de ser feliz. Por otro lado, te hace sentir "¿para qué, si no se va a solucionar?" con lo que haces zapping. Te abruman con la inmensidad de los problemas que no quieren solucionar y, como te hacen creer que no puedes hacer nada, no lo haces.

Por eso estos programas no los pueden hacer muy a menudo porque la gente no puede afrontar esto cada dos por tres sin sentir nada. Si nos los pusieran muy a menudo no pondríamos la tele ¿para qué sirve sentirse mal por algo que no puedo solucionar?

Con esta crisis se ha dado dinero a los bancos para solucionar el tema del hambre varias veces. ¿Se nos ha preguntado qué preferíamos, si darle el dinero a los bancos o a los que se mueren de hambre???

En los tiempos de las vacas y las hipotecas gordas los directores de banco de las sucursales recibían primas si hacían una hipoteca al mes (por no hablar de las primas que les daban las inmobiliarias por cada hipoteca realizada), sin importar si esa hipoteca la recibía una persona cuya estabilidad en los próximos 30 años (que es lo que dura la hipoteca) era muy dudosa. Con ello, hipotecaban el futuro de dicha persona, que deberá pagar hasta el último céntimo de dicho préstamo, e hipotecaban a la entidad bancaria, que perdía un dinero sin pagar. ¿Por qué las personas que han promovido ese descalabro sin freno, esa malísima gestión sin importar el futuro, del hipotecado y de los empleados del banco que se hunde, no se hacen responsables de ello? Lo han provocado directamente, no ha sido la crisis mundial ni Wall Street, la mala gestión les ha traído a este punto. ¿Por qué si yo robo un bolso con 50 € soy un ladrón y el que ha estado ganando millones a costa de un futuro negro que ahora tenemos que pagar todos no?

El gobierno de los EEUU ha inyectado no sé cuántos millones a la banca para tapar estos agujeros. En España también se va a meter dinero a las cajas. Este dinero no es un dinero ahorrado o dinero infinito (cuando se habla de cifras tan grandes no se piensa de dónde viene), es un dinero que el gobierno de los EEUU ha pedido a la Reserva Federal: un conjunto de manos PRIVADAS que dan préstamos a todos, sin tener dicho dinero y que hay que devolverles con intereses. ¿Y cómo se devuelve? a base de impuestos, una parte de lo que ganen les estadounidenses irán a parar a pagar el préstamo y los intereses de la deuda que han adquirido para tapar el agujero de los bancos, durante años y años, en vez de hacer una sanidad universal o promover la educación para todos.
Por cierto, cuando he dicho "sin tener dicho dinero" no  era una manera de hablar, la Reserva Federal da un dinero que se inventa, en el sentido literal de la palabra, cuando presta dinero el dinero se crea. Esa es la manera de que haya cada vez más y más dinero: la Reserva Federal lo acuña cuando alguien pide un préstamo, no hay oro ni nada que lo sostenga detrás.
Y te preguntarás ¿por qué se lo pide a la Reserva Federal? ¿por qué no lo crea (acuña) el propio gobierno de los EEUU? porque eso sería el concepto de "nacionalizar la banca" que suena a comunismo y el comunismo está mal visto. Pero es justamente eso, para que se invente el dinero otro, lo inventa el gobierno, así no tiene luego que devolver ninguna deuda a manos privadas...

Otras cosas que me pregunta mi sentido común: todas las empresas buscan el máximo beneficio. Si esto es así, ¿qué les importará más, el máximo beneficio o el bien común o el medio ambiente o las personas? serán tan poco ecológicas y sociales como puedan para maximizar beneficios.
Si las farmacéuticas son empresas, buscan el máximo beneficio como cualquier otra, ¿qué preferirán, curar o hacer crónicas las enfermedades para no perder clientes? ¿nos pensamos que no son como cualquier otra empresa y que busca nuestro bien por encima del beneficio? no seamos ingenuos, por favor...
De esto habla la siguiente entrevista:
http://www.lavanguardia.es/lacontra/20110124/54105214595/las-medicinas-curan-o-causan-cualquier-enfermedad.html
Si la página de la vanguardia no te va, he copiado en esta otra entrada la entrevista.

Por cierto, Islandia ha sufrido una crisis enoooorme por la codicia de sus banqueros y clase política, ha echado a dos gobiernos y tiene un gobierno constituido por personas de la calle. Ha rehecho la constitución y ha asegurado por ley la libertad real de prensa (no lo que tenemos en el resto de países, que sólo vemos las noticias que les interesan a unos pocos). Por referendum se ha negado a pagar al FMI la deuda inmensa que le condenaba a devolver con un 5,5 % de interés (y que no era culpa de los islandeses sino de especuladores, como en el resto del mundo pero que el resto del mundo paga sin chitar)


¿Por qué ocurren diariamente cosas que son realmente interesantes pero que no salen en la tele?
En Islandia han metido en la cárcel a los banqueros y políticos que han provocado el descalabro. ¿Por qué no se habla de ello en los medios? Porque si lo viéramos quizá se nos pasaría por la cabeza que, si nosotros no hemos provocado la crisis ni no hemos lucrado con las vacas gordas tampoco debemos pagar el pato de lo que no hemos hecho.

De estas cosas me habla mi sentido común. El tuyo, ¿de qué te habla? de hacer lo que sientes o de seguir en la rueda en la que te han puesto otros???

Quizá el Plan Bolonia está diseñado para meter a los jóvenes cuanto antes en la rueda de trabajar-consumir y no tener tiempo ni de pensar: si haces que los universitarios ya tengan una deuda nada más finalizar los estudios ya les estás obligando a ponerse a trabajar lo antes posible y entrar en la rueda, no pueden salirse pensando que son libres y que pueden vivir con menos y trabajar sólo para vivir porque tienen que ganar lo más posible para pagar esa deuda que, antes de empezar, ya tienen. La poca libertad que tienen los jóvenes de elegir el tipo de vida que quieren (quizá no quieran trabajar durante 8-10 horas para tener una casa de la que no tienen tiempo de disfrutar) se la quitamos porque tienen que pagar dicha deuda y serán muy pocos los que se atrevan a hacer como Islandia y no paguen una deuda que les esclaviza. Una vez que alguien ha entrado en la rueda de trabajar-consumir y no pensar, ya es más fácil que siga el curso de volver a hipotecarse por un coche, por una casa, y vivir siempre con un préstamo que hace que no puedas dejar de hacer lo que estás haciendo por un tiempo para tomar distancia y pensar si eso es lo que realmente quieres hacer con tu vida.
Apaguemos la tele y pensemos a dónde queremos ir.

Si quieres pensar más e incluso ver soluciones, ve los documentales de Zeitgeist. Están en inglés, con susbtítulos, en español, en youtube y en diversas webs. No hay más huevos que cambiar.

Las farmacéuticas, como cualquier otra empresa, no quiere perder clientes con lo que prefiere una enfermedad crónica a una curada.




Joan-Ramon Laporte (Jefe  Servicio Farmacología)Valle Hebrón

"Las medicinas curan o causan cualquier enfermedad"

   
¿Analiza fármacos que ya están en el mercado?Sí, porque cuando un fármaco sale al mercado ha sido probado por unos pocos miles de voluntarios, pero al comercializarse en todo el mundo es tomado por millones de personas y es entonces cuando pueden aparecer efectos indeseados, en ocasiones con desenlace mortal.
¿Cuál es el medicamento que más gente ha matado?
La aspirina, porque es el medicamento que más gente ha tomado y la  percepción de su riesgo está distorsionada. A dosis bajas -cien miligramos al  día- es un excelente protector cardiovascular, pero a dosis analgésicas -un gramo- puede producir hemorragia gastrointestinal.
¿Hay datos?
En Catalunya se producen unos 3000 casos anuales de hemorragia  gastrointestinal de los que un 40% son atribuibles a la aspirina y a otros antiinflamatorios. En EE.UU. mueren al año por hemorragia gastrointestinal por antiinflamatorio unas 15.000 personas; mientras que de sida mueren  12.000.
Impactante.
Cualquier enfermedad puede ser producida por un medicamento: un infarto de miocardio por un antiinflamatorio y por muchos otros fármacos; una  neumonía, cualquier enfermedad neurológica o patología psiquiátrica puede ser favorecida por medicamentos.
Veo que lo de los efectos secundarios va en serio.
Muchos causan depresión, como algunos que tratan la presión arterial o los diuréticos en personas de edad avanzada. Los medicamentos para el insomnio pueden provocar crisis de agresividad, muchos casos de irritabilidad al levantarse se debe a medicamentos de este tipo, como las benzodiacepinas u otros hipnóticos de acción corta.
¿Estamos hipermedicados?
Sí, llegamos al punto de que cuando una persona está triste se dice  coloquialmente que esta depre. Los antidepresivos solo sirven para una depresión profunda, y la tristeza no es una enfermedad, es una reacción saludable.
¿No hay medicamento sin efectos indeseados?
No, cada medicamento tiene su peaje. La Agencia Europea del Medicamento calcula que cada año fallecen en Europa 197.000  personas a causa de efectos adversos. En EE.UU. los efectos adversos son la cuarta causa de muerte, detrás del infarto de miocardio, el ictus y el cáncer; y por encima de la diabetes, las enfermedades pulmonares y los accidentes de tráfico.
¿Es una lotería?
No, si la toma o la prescripción del medicamento fuera más atenta a los  riesgos que conlleva se calcula que se podría evitar entre un 65% y un 75% de estas muertes.
Anunciar fármacos por televisión debería estar prohibido.
Opino lo mismo. En España solo se pueden anunciar los que no financia la Seguridad Social , sino la arruinarían. Somos el país de Europa que en relación al PIB, más medicamentos consume.
Hablemos de sus precios.
Son arbitrarios. Fabricar el medicamento más caro, de cien a quinientos  euros, no cuesta más de dos euros incluyendo el envase. Supuestamente pagamos el esfuerzo de investigación. Pero entre un 30% y un 40% del gasto medio de los laboratorios se destina a la promoción comercial.
El precio lo negocia el Gobierno.
Sí, pero con poco éxito. En España el precio del medicamento está  alcanzando el de Alemania que nos duplica la renta per cápita.
Qué gran negocio.
Según el informe de desarrollo de la ONU es el tercer sector económico detrás de la industria armamentística y el narcotráfico.
Dicen que se inventan cada año nuevas enfermedades.
Sí, sobre todo en relación con la mente y el sexo. Convierten la timidez en enfermedad y la medicalizan. Ahora se han inventado la disfunción sexual femenina: “Padeces disfunción sexual femenina..., no se ría...
De acuerdo.
…Si en los úlitmos seis meses has rechazado una propocisión de relación sexual o no has tenido una con satisfacción plena”. Cada vez que se reúne uno de los comités de hipertensión arterial (el estadounidense, el europeo, o el de la OMS) bajan el nivel de presión arterial considerado normal, y lo mismo ocurre con el colesterol.
Explíqueme.
En pocos años se ha disminuido de tal manera el límite de normalidad del colesterol que cada vez hay más población que debe tratarse. En EE.UU. ha aumentado de 3 millones de personas a 25 en 10 años.
Asombroso.
La industria farmacéutica dedica el doble (en España el triple) de su  presupuesto a promoción comercial que a investigación. Una visita del  representante comercial viene a generar unas 35 nuevas recetas del  medicamento. Lo asombroso es que no haya en Sanidad una especie de central de compras de medicamentos con gente formada.
¿Quién se ocupa de la formación continuada del personal sanitario? 
Los laboratorios, así que es muy difícil asegurar que no haya una influencia de intereses comerciales.
  
Alma médica
No debió ser fácil crear hace 26 años una fundación (Institut Català de Farmacología) que investiga y denuncia los fármacos que representan algún peligro para la salud. Habrá de todo, pero en la industria farmacéutica hay sobre todo dinero, poder e influencias. "..Parece que hayan perdido su alma médica y se hayan quedado únicamente con su alma comercial", dice Laporte que sabe de lo que habla, entre otras cosas presidió el comité de medicamentos esenciales de la OMS (2003/04) cuando se consiguió que se aprobaran los antirretrovirales genéricos que salvaron tantas vidas en África. Aquí ofrezco solo una décima parte de lo mucho que me contó: el negocio de la salud da para hablar.
La diferencia entre un medicamento y un veneno radica en la dosis.
www.lavanguardia.es   24/I/2011

viernes, 11 de febrero de 2011

¿Es bueno ser egoísta?

Tu quieres que te lleve a algún sitio, yo no te quiero llevar, y tú me plantas un "qué egoísta eres". Hay que joderse, yo soy egoísta por no hacer lo que tú quieres que haga. Yo creo que el egoísta eres tú.

Ser el centro de mi universo no es malo, es lo ideal. Lo que pasa es que la religión normalmente nos ha convencido de lo contrario, nos ha convencido que, si no haces lo que otros quieren, eres un egoísta. Disculpa pero "¡Y una mierda!".

No soy egoísta por hacer lo que me apetece. Seré, además de egoísta, ególatra si quiero, no sólo hacer lo que me apetece, sino que tú hagas lo que a mí me apetece. O el ególatra serás tú si quieres que yo haga lo que tú quieres, ¿a cambio de lo que tú has hecho por mí? De eso nada, lo haré si quiero hacerlo, porque me respeto, no porque me obligues o me hagas sentir culpable, en ese caso, me estarías manipulando y eso no te convierte en muy buena persona, aunque hagas mucho por mí, porque lo haces para manipularme.

Los padres tenemos que tener mucho cuidado en no manipular a nuestros hijos. Cuando son pequeños porque a veces les hacemos entender que, si no hacen lo que nosotros queremos, no les queremos tanto. Y cuando son más mayores porque los manejamos con la culpa.

Si los que hacen esto son nuestros padres, perdonémoslos, ellos aprendieron este comportamiento porque probablemente lo vieron antes en sus padres. Démosles amor sin esperar nada a cambio pero no nos dejemos manipular si eso no me hace feliz, porque convertiré ese dar en obligación-resentimiento, aunque de esto se habla en otra entrada...

¿Qué es amar?

¿Qué es amar? Desde luego, no es lo mismo que querer. Te amo si quiero que seas feliz, conmigo o sin mí. 

Te quiero es te quiero para mí, no para otros, y, a veces, a consta de tu felicidad. Si sólo te quiero y no te amo, preferiré que seas menos feliz a mi lado que muy feliz al lado de otro/s.
Si quiero un lápiz, lo quiero para mí, para tenerlo y que me un servicio. Si te quiero a ti, te quiero para mí, para que me des un servicio o cubras una necesidad que tengo (de que me quieran, de tener alguien con quien salir o que me ayude a tener niños, etc). 
Pero si te amo lo que más quiero es que seas feliz, junto a mí o no. Si yo me amo a mí mismo quiero hacerme feliz, si te amo a ti quiero que tú también seas feliz y si te hace más feliz estar en otro sitio o con otra persona, porque te amo, lo respeto. Quizá preferiría que estuvieras conmigo pero, como te amo, no te coarto ni te chantajeo con la culpa y te respeto que hagas lo que decidas en todo momento.

Pero amar no significa dar. Si te amo no tengo que darte lo que no quiero darte. Eso no me hace amarte menos.
Primero me tengo que amar y respetar a mí mismo y, si te doy algo que no quiero darte ya no me estoy respetando a mi mismo.
También hemos de plantearnos algo: ¿qué me hace más feliz, dártelo o no? porque si no quiero dártelo porque estoy cabreada y no dártelo significa seguir cabreada tampoco estoy escogiendo una buena opción. La tercera opción es la más común: quiero dártelo pero también quiero que tú, a cambio, me des otra cosa que, como veo que no me das me dan ganas de no darte. Pero no darte me causa casi más infelicidad que darte porque, en el fondo, me gustaría darte...

A mi hijo, le amo, y le amo igual si no le doy algo que él me pide y que yo no quiero darle. Si se lo doy será porque me siento obligada, como madre, como lo que sea, porque he crecido con esa obligación.
Te doy algo porque me hace feliz dártelo, así no habrá reproches ni te echaré en cara "lo que te he dado". Como lo he hecho porque me ha hecho feliz hacerlo, ha sido un bien para mí, no podré decirte que lo he hecho por tí: lo he hecho por mí, porque me hacía feliz. Si luego lo reprochas es que no te hacía feliz darlo entonces, ¿por qué lo diste? estabas yendo en contra de tu interior que no quería darlo pero, por convicciones sociales, por parecer bueno, etc, decidiste darlo y claro, como era una obligación, aunque fuera autoobligación, ya no se hace desde el gusto sino esperando una recompensa, un algo a cambio que, si no llega, tenemos frustración o rencor hacia el otro.

Hay que responsabilizarse de lo que hacemos y darnos cuenta si lo hacemos desde el amor o desde la obligación que genera resentimiento, rencor, etc hacia el otro cuando no nos devuelve lo que le hemos dado o de la manera que nosotros esperamos.
A veces damos para que nos quieran porque es lo que hemos aprendido de nuestros padres: "si no prestas tus juguetes los demás niños no te querrán" o, peor aún "si no prestas tus juguetes mamá se enfada y no te quiere".

Podemos dar desde la responsabilidad de que creemos de veras que debemos darlo y lo hacemos desde el amor; o desde la obligación, que nos causa que no seamos felices, ni ahora haciendo lo que no queremos, ni más tarde, porque nos genera resentimiento.

¡Cuántas madres se sienten obligadas a hacer muchas cosas y por eso no son felices haciéndolo y por eso echan en cara a los hijos o a los maridos lo que han hecho o como son tratadas ahora, etc...! Cuando nos sintamos obligados, replanteémoslo, hay cosas que son necesarias pero otras muchas nos las autoimponemos, nos lo impone la sociedad: si no haces esto o lo otro por tus hijos es que eres una mala madre, por ejemplo. Al revés, soy la mejor madre del mundo porque quiero ser lo más feliz posible y así transmitir esa felicidad a mi hijo/a en vez de transmitirle mi resentimiento.
¿O es que crees que el niño no capta si su mamá está contenta o está resentida? ¡¡Menuda diferencia!! No sé cómo era vuestra madre pero ¿qué hubierais preferido, que fuera una mujer que se pasea feliz por la vida o una resentida y presa de las obligaciones? pues vuestro hijo piensa lo mismo.

Mucho mejor hacer una cosa desde el amor que diez desde la obligación-resentimiento. Generarás más felicidad en ti mismo y a tu alrededor y enseñarás a tus hijos a respetarse a sí mismos como tú te respetas y a no dar cuando no quieren dar.

Por otro lado, cuanta más felicidad tengo, más lleno de amor estoy y más queremos dar y más amamos a los demás y más les permitimos ser felices, conmigo o sin mí.

Seamos pues lo más felices que podamos y así haremos más felices aún a los de nuestro alrededor. Quizá aquí surja otra pregunta ¿es egoísta el que busca su propia felicidad? De esto hablamos en otra entrada...

domingo, 30 de enero de 2011

Musaka

  • tomates
  • berenjenas
  • patatas
  • leche (700gr), harina (integral) (70gr), nuez moscada y aceite de oliva (60gr) para la bechamel.
  • Queso

Las cantidades de los ingredientes dependen del tamaño de cada fuente. Es hacer rodajas de estos alimentos para que cubran la fuente adecuadamente.

  1. Se ponen a remojar en agua con sal las berenjenas cortadas en rodajas (este paso me lo he saltado alguna vez y no ha pasado nada y otras resultó que las berenjenas estaban amarguillas).
  2. Se ralla el queso (está puesto aquí en la receta para que la thermomix esté limpia, después de la bechamel habría que secarla y todo...).
  3. Se meten las patatas en el micro para que se "casi" cuezan.
  4. Se cocinan las berenjenas: o en la plancha mientras se hacen las patatas o en el micro (5 min). No he apreciado diferencia en el sabor.
  5. Se pelan las patatas (que están algo duras aún), se cortan en rodajas y se ponen de base en una fuente y se echa un poco de sal.
  6. Se ponen encima las rodajas de tomate. Otro poco de sal.
  7. Se ponen encima las rodajas de berenjena.
  8. Se echa encima la bechamel 
  9. Encima el queso.
  10. Al horno, 180º unos 35 min aprox.

Casi mejor de un día para otro.
Se puede congelar.

domingo, 23 de enero de 2011

Madalenas integrales

  • 2 huevos
  • 125 gr fructosa
  • 125 gr harina integral de centeno (si usamos harina integral de trigo no echaremos el zumo)
  • 125 gr de aceite oliva virgen
  • ralladura de 1 o 2 naranjas
  • 75 gr de zumo de naranja (puede ser un poco más o un poco menos)
  • 1/2 cucharada de bicarbonato

  1. Se baten los huevos con la fructosa (o azúcar de caña).
  2. Añadir la harina con el bicarbonato (dicen que se mezclen antes estos dos, yo no lo hago). Mezclar.
  3. Añadir la ralladura, el zumo y el aceite. Mezclar.
  4. Echarlo sobre los moldes de madalenas o sobre un molde de bizcocho forrado con papel vegetal.
  5. 30 min a 180º o hasta que lo pinchemos y salga limpio el pincho.

Yo hago el doble de cantidad y lo distribuyo en 2 moldes. Luego congelo 1 (aún caliente).

Bizcocho integral de zanahoria

  • 250 gr zanahorias.
  • 125 gr aceite de oliva virgen
  • 200 gr azúcar caña integral
  • 4 huevos
  • 200 gr harina integral
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato

Lo hago con la thermomix pero supongo que será casi igual de sencillo sin ella.
  1. Se trituran las zanahorias con el aceite.
  2. Se añaden los huevos y el azúcar y se mezcla.
  3. Se añade la harina con el bicarbonato (yo no los mezclo antes aunque en todas las recetas dice que se tienen que mezclar antes de añadirse al resto de ingredientes; yo no lo hago y no puede estar más bueno).
  4. Verter en un molde con papel vegetal (en la receta original decía "en un molde engrasado")
  5. 30 min a 180º o hasta que lo pinchemos y salga limpio el pincho.
Dejar reposar 1 horita tapados con un trapo.

Yo hago el doble de cantidad y lo distribuyo en 3 moldes. Luego congelo 2 (aún calientes).
Últimamente he sustituido la mitad del azúcar por una cucharadita no colmada de estevia y sale muy rico también.

martes, 11 de enero de 2011

Lasaña de calabaza

(También sale buena con un poco o un menos de esto o aquéllo)
  • 2 puerros, o cebolla o mezcla.
  • 400 gr aprox de calabaza.
  • 1 paquete de seitán (300 y pico gramos)
  • bechamel
  • queso

Se cortan los puerros a rodajas y se sofríen unos minutos.
Se corta la calabaza en trozos y se añade al puerro y se sofríen otros minutos.
Añadir nuez moscada y sal.
Añadir el seitán en trozos y sofreír un par de minutos más.
Echar esta pasta con tropezones sobre las placas de lasaña (yo uso planchas precocidas verdes).
Añadir la bechamel (yo la hago con harina integral y, a veces, con leche de soja en vez de leche) (la bechamel lleva harina, leche, nuez moscada y sal) y, encima, el queso.
al horno 180º 30 o 40 min.

lunes, 10 de enero de 2011

El respeto a tí mismo y a los demás

Cuando me cabreo, contra el primero que atento es contra mí mismo, porque me pongo de una mala leche... Vamos, que no soy feliz cabreada, ¿por qué decido cabrearme entonces? porque me han enseñado a cabrearme cuando pasa esto o lo otro, porque no lo acepto y, por eso, me cabreo.
Pero, ¿para qué cabrearse? si se puede solucionar, se soluciona y ya no me cabreo. Si no se puede, ¿de qué me sirve cabrearme?
Probablemente vimos que nuestra madre o padre se cabreaba ante ese tipo de cosas y decidimos que, si lo hacían papi y mami, que eran las personas más importantes del mundo, debía ser el comportamiento correcto y empecé a copiarlo hasta que ya no me daba cuenta de hacerlo.

Ya dicen en muchos estudios que cuando generas pensamientos negativos se crean muchas substancias chungas en tu organismo, es decir, atentas contra ti mismo en primer lugar.
Aunque eso ya lo sabíamos porque nadie es feliz estando cabreado.
Hay gente que se ha hecho dependiente de las susbtancias que generan los cabreos y por eso necesita estar todo el día cabreado, pero eso no le hace feliz.
Ante cualquier situación en la que vayamos a cabrearnos, elijamos: estar de mal humor o no estarlo; atentar contra mi propio cuerpo, alterarlo, y atentar ya de paso contra el de otros.
Aprendamos a respetarnos a nosotros y a los demás, incluidos los más débiles que no se defienden ante nuestra mala leche. Hablar mal a tus hijos es más importante de lo que pueda parecernos porque a ellos les llega a parecer normal, les acostumbramos a que les hablen mal y no se den cuenta. ¿No nos sorprenden adolescentes a los que su pareja o amistades les hablan fatal? Se han acostumbrado a que les hablen mal. Sus progenitores probablemente les hablaron mal y se suponen que les querían con lo que, si esta pareja me habla mal, lo mismo también me quiere...

En resumen, tratémosnos con amor, démosnos mucho amor y respeto. Si algo de lo que hago me pone de mala leche voy a repensarme por qué narices lo hago, porque siempre se puede hacer otra cosa. Quizá para la sociedad hacer eso sea lo correcto pero para mí no debe serlo si me siento mal.

Cuando uno se trata bien a sí mismo y se da amor del bueno, es mucho más fácil dárselo a los demás porque, como te sientes tan querido (aunque sea de primeras por tí mismo) estás todo el día de buen rollo y das más amor a los demás (fíjate que, cuanto más te quieres de verdad, más quieres a los demás, no se acaba nunca) y claro, si das amor del bueno, lo recibes multiplicado.

No seamos rácanos, demos amor y, si nos cuesta aún, demos sonrisas, a los demás y, por supuesto, a nosotros mismos y, al que no nos quiera, démosle una sonrisa aún más grande en vez de darle la llave que controla tus cabreos. Esa llave la vamos a tener nosotros y vamos a pensárnoslo de veras si quiero dejar de ser feliz y cabrearme cada vez que el cabreo llame a nuestra puerta trayendo un montón de razones más o menos estúpidas para que le abramos. Vamos a reírnos de él en vez de abrirle la próxima vez porque ya no me controla. Y, cada vez, la cesta donde guardaba esas razones nos parecerá más pequeña y casi estúpida.

No dejemos que nadie pueda hacernos infelices con sus actos y mucho menos con sus palabras. No se trata de que la gente deje de respetarnos y pueda decirnos lo que quiera sin que les monte un pollo. Es todo lo contrario. Es sonreír si alguien quiere que me cabree, reírme de que no lo consigue. Y no lo consigue porque, ante todo, me respeto a mí mismo y no quiero dejar de ser feliz por las palabras de otro. Ante seguirte el rollo y cabrearme y dejar de ser feliz, elijo justo lo contrario: seguir siendo feliz, reírme de tí y contigo. Me río de la parte de ti que ahora te domina y que quiere que ni tú ni yo seamos felices porque, al menos yo, ya no le sigo el rollo, y me río contigo para ayudarte a que tú tampoco te dejes llevar por esa parte cabreada.

Me puedes decir lo que quieras que, me respeto tanto, que elijo seguir siendo feliz y sonreír.

Esto último puede resultar más sencillo con un poquito de hoponopono (buscad por ahí lo que es).

Si te ha gustado esto que he escrito o te ha resonado por dentro un poquito es porque tu cuerpo está hasta las narices de no ser feliz y vivir enfadado. Para ayudarnos a no cabrearnos hay un libro excelente "Un mundo nuevo, ahora" de Eckhard Tolle.

Con mi mejor sonrisa, para el que le guste y para el que no.

domingo, 9 de enero de 2011

Los niños saben latín

Lo de que los niños son muy listos y saben latín ya lo hemos oído muchas veces. Es cierto que te conocen, y cada vez saben mejor cuáles son tus puntos débiles, pero igual que tú sabes los suyos y eso no te convierte en un ser maquiavélico que sólo quiere salirse con la suya y hacer lo que te da la gana. Aunque sepas los puntos débiles de tu hijo y, de hecho, los utilizas todo el rato para conseguir que haga lo que tú quieres, sigues siendo buena persona, sigues amando profundamente a tu hijo y te encanta que te de un besito.
Entonces, si tu hijo de vez en cuando sabe tus puntos débiles y trata de usarlos, al igual que los usas tú, para conseguir algo de ti, ¿por qué nos dicen que tengamos cuidado, que el niño hace con nosotros lo que queremos, que se está aprovechando? ¿por qué no le dicen al pobre niño "ten cuidaíto con tu madre, que te engaña cada dos por tres"...

Sigamos pensando: si tú tienes una pareja, unas veces decidirás tú y otras decidirá tu pareja o, por lo menos, será por consenso. Quiero decir, si tu pareja no quiere ir a donde tú quieres lo normal es que lo habléis, veas si realmente te quieres ir a ese sitio o, si es tan importante para tu pareja, pues te quedas, que tampoco es tan importante lo que ibas a hacer en el centro comercial. Desde luego, lo que nunca harías sería cogerle fuerte del brazo, meterle en el coche con cuatro gritos diciéndole que te tiene harta y que no vas a hacer lo que al maridito le plazca, que no faltaba más. Todo esto mientras sonríes a la vecina y, además, le dices lo insoportable que a veces se pone tu marido...
La vecina correría a contarle a la otra vecina el poco respeto que le tienes al pobre de tu marido, que lo tienes anulado, que no te lo mereces, que porque el pobre hombre no quería quedarse sentado en la silla la que le has montado... Vamos, que no estás bien de la cabeza.

Si mi hijo quiere levantarse en el restaurante, ¿por qué le tengo que obligar a que no haga lo que le apetece hacer? ¿por qué mi niña es buena sólo si está sentadita y no dice ni mu (si fuera mi marido dirían que es un aburrido, no que es bueno)? ¿por qué mi niña sólo es buena si hace lo que yo le digo y no lo que quiere ella, como todo hijo de vecino? ¿os gustaría una persona que hace lo que le dicen los demás y que no expresa su opinión y nunca la hace valer? Pensaríamos "pobre persona". Pues mi niña no es una pobre persona y a veces le apetece quedarse un rato más en el parque y a veces no le apetece quedarse sentada en el restaurante. Y me niego a decir que mi niña es muy mala. Mi niña es un encanto y, como todo el mundo, intenta hacer lo que le apetece, como yo, y también soy buena persona.
A veces hay conflicto entre lo que ella quiere y lo que yo quiero y entonces, aquí entran mis dotes maquiavélicas para engañarla con algo que hay en casa, con algo que le gusta. Vamos, que me la trato de llevar al huerto, y sigo siendo buena aunque haga estas cosas, que conste. Y si no se puede porque de veras hay una razón por la que no se puede, intento que, el hecho de que no se pueda quedar sea lo menos traumático posible, manteniendo la calma, cantándole... pero, ante todo, entendiendo que ella quiere estar allí mucho y por eso, no por fastidiar ni porque sea una niña insolente, se encabezona en quedarse allí.

Lo que trato de decir es que no debemos obligar a los niños a acatar las normas estúpidas del mundo de los adultos porque con eso, no les estamos respetando. Ellos pueden querer algo distinto a lo que yo quiero, y si no obligo a mi pareja ni a mi amiga a hacer lo que yo quiero porque les respeto, debería hacer lo mismo con mi hija. Sólo si yo le enseño el respeto a ella, ella aprenderá a respetar. Si yo la trato por la fuerza ella hará lo mismo porque lo ha aprendido de mí.

También hay que respetarse a uno mismo y no hacer siempre lo que tu marido o lo que tu vecina o lo que tu hijo/a quiere que hagas, llega al equilibrio. Pero no llegues al equilibrio a voces ni imponiéndote ni hablando mal a tu hijo, respétate y respétale.

Siendo como soy profe, intento siempre respetar a mis alumnos, aunque les suspenda porque creo que tiene que ser así, con eso no les estoy castigando ni diciendo que sean malas personas, que no lo son, les quiero pero, a veces, las cosas no son como a uno le gustaría. A veces ellos se enfadan pero yo les sigo queriendo y respetando y entendiendo que no estén de acuerdo conmigo: yo lo he hecho casi lo mejor que puedo. Y digo casi porque siempre se puede mejorar y de hecho, cada vez que no me encuentro en paz conmigo pienso si lo que acabo de hacer era la mejor opción.

Tomemos la decisión que tomemos, hagámoslo respetándonos a nosotros mismos, lo primero, y respetando a todos los demás, incluidos los niños, los nuestros y los de otros. No hablemos a los niños como no nos gustarían que nos hablaran a nosotros. Si no le diríamos a nuestra amiga "estás insoportable hoy, eh" tampoco se lo digamos a nuestros hijos. Que no se acostumbren a la violencia del lenguaje porque entonces, ellos la usarán también contra otros y el mundo será más feo en lugar de ser más bonito.

Los niños nacen como un cuenco vacío, si tú los llenas de amor, ellos serán amor. Si los llenas de reproches, malas palabras, ironías y les obligas por la fuerza, ellos, a su vez, obligarán al que puedan por la fuerza, hablarán con ironía y reñirán, aunque al principio no lo entiendan (¿nunca has visto a un niño reñir a su muñeca y pegarle? hace lo que le hacen a él/ella, está repitiendo, está sacando de su cuenco lo que nosotros hemos metido antes).

Un libro precioso y divertido al respecto es "Cómo cuidar a tus hijos con amor" de Carlos González. Confieso que mucho de lo que expongo en este blog ha sido inspirado y a veces copiado de sus libros. No me importaría escribir tan claro y divertido como él:)

sábado, 8 de enero de 2011

Usando la fuerza y la imposición con nuestros hijos

¿Está bien visto que peguemos a un hijo de 30 años? Si hace algo que está mal, está mal. ¿Y si tiene 18? ¿y 17? ¿y 3? ¿por qué está bien visto pegar a un niño de 3 años? Porque no se puede defender. El de 30, apelará a que le debes respeto y que ha sido su decisión hacer eso, por muy mala que nos parezca. El de 18 apelará a lo mismo. Al de 17 tampoco nos parece bien pegarle porque sabemos que herimos su orgullo y, además, si la cosa está chunga, sabemos que nos la puede devolver, entonces. ¿por qué no le debemos el mismo respeto a un niño de 3 años?

Un niño se sube a la escalera, su mamá le pega, el niño no sabe qué ha hecho tan grave: todo el mundo sube dicha escalera, ¿por qué no él?
Al día siguiente, la madre hace algo que al niño no le gusta (se queda hablando con una amiga cuando el niño se quiere ir, por ejemplo), el niño va y le pega: el niño aprende que sí tú haces algo que a mí no me gusta, entonces te pego.
Si el niño ve a otro niño que hace algo que a él no le gusta (tocar su muñeco, por ejemplo), lo que ha aprendido es que puede pegar. Tú le puedes decir que eso no lo haga, pero el niño aprende más de lo que ve hacer que de lo que escucha.

La frase de “esto me duele más a mi que a ti” ya nos debería indicar que no deberíamos pegar a nadie, ni a un adulto, porque nos merece respeto, ni a un niño, porque nos merece el mismo respeto.
Si algo que hago no lo hago sintiéndome feliz es que mi interior lo rechaza y no lo debería hacer, diga la sociedad lo que diga.
Nuestro interior, que no se encuentra bien teniendo que pegar a nadie (pegamos cuando estamos cabreados y no solemos estar felices y cabreados al mismo tiempo), ya nos dice que eso no está bien. La sociedad puede justificar que es necesario pegar, también la sociedad justifica las guerras y eso cada día nos rechina más (quizá no sea la sociedad sino unos pocos que nos quieren manipular y nos tratan de convencer de algo que tu interior te dice que no está bien).

La frase de “un azote a tiempo”, antes se podía usar con la mujer, ahora, ya respetamos más a la mujer y no lo podemos decir ni hacer ¿por que se puede usar aún con los niños?

Antiguamente se podía pegar a otros humanos, porque eran esclavos y no merecían nuestro respeto, hasta que avanzamos o los esclavos se revelaron y consiguieron nuestro respeto. Hasta hace poco podíamos pegar a la mujer, hasta que han conseguido nuestro respeto, ¿cuándo vamos a empezar a respetar de igual manera a los niños, a los animales y al planeta tierra? ¿necesitará revelarse el planeta contra nosotros para que empecemos a respetarlo? Quizá ya haya comenzado a revelarse.
Somos una humanidad torpe, o más bien, cómoda, no queremos respetar al resto para poder seguir aprovechándonos sin necesitar justificación.
Respetemos a todos: a otros hombres, a nuestras mujeres, a nuestros hijos y a nuestra preciosa tierra.

Obligar a los niños a comer.

Un pediatra me dijo un día: “Ahora dicen que es mejor empezar a dar de comer papillas a los bebés a los 6 meses pero sé de muchas madres que empiezan a esa edad y, como el niño/a ya está fuerte, se pone farruquito y no quieren comer con lo que yo te recomiendo que empieces a los 5 meses y...” me recomendó el nombre y la marca del potito que era mejor empezar a darle a mi niña a los 5 meses.

La verdad es que me quedé perpleja.

Si a los 6 meses el niño ya está más fuerte y rechaza la comida, ¿es porque le da la gana fastidiar a su madre y al pediatra o es que su instinto le dice que no quiere comer esa comida y prefiere seguir comiendo teta, que es lo que su instinto le dice?

Como a los 5 meses no es tan fuerte, no se queja, y por eso nos aprovechamos para meterle algo que, por instinto, muchos niños rechazan más tarde. Interesante.


Obviamente me pareció bastante raro y muy chungo que me aconsejara empezar por una marca de potitos en vez de por comida que yo le hiciera que, obviamente, iba a ser siempre mejor.

A veces me pregunto cómo les salen a las empresas los potitos de frutas tan dulcecitos sin añadirle azúcares como pregonan... Sospechoso.

¿Quién quiere que el niño se acostumbre a un determinado sabor en vez de a lo que yo pueda prepararle en casa para que luego me rechace lo de casa y así siga “enganchado” a dicha marca?

Cualquiera diría que a los médicos les pagan las jornadas y charlas y sus respectivos hoteles y comidas y les dan regalos las empresas de alimentación y farmacéuticas... Ahh, ¿que es normal que lo hagan? Vaya...


También me pregunté: la naturaleza debe ser medio idiota, mi niña debe comer carne, y 10 cereales, y verduras ¡y no le ha dado dientes!! Menos mal que hemos inventado la batidora y ya podemos dárselo que si no... hemos estado miles de años subalimentándonos...

A los animales del zoo intentan darle de comer lo que los animales comen en la naturaleza, y a las vacas, vegetarianas por naturaleza, cuando les empezamos a dar pienso hecho de carne, les salió la vaca loca... Si los hombres viviéramos “en libertad” no comeríamos ciertos alimentos hasta que, al menos, tuviéramos dientes para masticarlos, ¿por qué ahora nos quieren convencer que son necesarios si miles de años hemos vivido sin ellos? me pregunto.


Ante la duda, hago caso del pediatra y de lo que me dicen los demás, no sea que me equivoque y le pase algo a mi niña. Eso lo saben bien las empresas de biberones y potitos y por eso manipulan a las madres y a los pediatras, que son personas de carne y hueso, tan sabios y manipulables como tú o como yo (que no digo yo que lo hagan a mala uva, eh, muchos dicen lo que de veras creen que es mejor pero, como tu madre o la mía, se pueden equivocar).

Yo he hecho caso a otros pediatras menos habituales pero igual de buenos que me decían que mi hija podía estar con leche materna hasta el año o más sin problemas. Probé, porque mi instinto me decía que lo de los dientes y lo de los niños rechazando la comida a los 6 meses no era normal.

Mi hija ha estado comiendo teta (y sigue) hasta que, ella misma, al tener dientes y hacerse mayor y escuchar a su cuerpo, ha empezado a comer otros alimentos. Es decir, ha empezado a comer otros alimentos cuando su cuerpo y su boca han estado preparados para recibir dicho alimento. Se ha saltado la farmacia y los potitos, la comida especial y las complicaciones. Como me dice mi madre: “así sí que es fácil criar a un hijo, tú no te has preocupado como nosotras en qué comida especial le hago a mi niño hoy, y triturárselo, etc”. Efectivamente, le he dado teta (y sigo, puede que me consideréis extremista pero creo que es lo más cómodo para las dos, lo más barato y lo más sano) hasta que, además, me ha pedido, con sus manitas regordetas y sus ojillos redondos coliflor; y garbanzos; y ahora, con su voz dulce “pitachio”.