sábado, 8 de enero de 2011

Usando la fuerza y la imposición con nuestros hijos

¿Está bien visto que peguemos a un hijo de 30 años? Si hace algo que está mal, está mal. ¿Y si tiene 18? ¿y 17? ¿y 3? ¿por qué está bien visto pegar a un niño de 3 años? Porque no se puede defender. El de 30, apelará a que le debes respeto y que ha sido su decisión hacer eso, por muy mala que nos parezca. El de 18 apelará a lo mismo. Al de 17 tampoco nos parece bien pegarle porque sabemos que herimos su orgullo y, además, si la cosa está chunga, sabemos que nos la puede devolver, entonces. ¿por qué no le debemos el mismo respeto a un niño de 3 años?

Un niño se sube a la escalera, su mamá le pega, el niño no sabe qué ha hecho tan grave: todo el mundo sube dicha escalera, ¿por qué no él?
Al día siguiente, la madre hace algo que al niño no le gusta (se queda hablando con una amiga cuando el niño se quiere ir, por ejemplo), el niño va y le pega: el niño aprende que sí tú haces algo que a mí no me gusta, entonces te pego.
Si el niño ve a otro niño que hace algo que a él no le gusta (tocar su muñeco, por ejemplo), lo que ha aprendido es que puede pegar. Tú le puedes decir que eso no lo haga, pero el niño aprende más de lo que ve hacer que de lo que escucha.

La frase de “esto me duele más a mi que a ti” ya nos debería indicar que no deberíamos pegar a nadie, ni a un adulto, porque nos merece respeto, ni a un niño, porque nos merece el mismo respeto.
Si algo que hago no lo hago sintiéndome feliz es que mi interior lo rechaza y no lo debería hacer, diga la sociedad lo que diga.
Nuestro interior, que no se encuentra bien teniendo que pegar a nadie (pegamos cuando estamos cabreados y no solemos estar felices y cabreados al mismo tiempo), ya nos dice que eso no está bien. La sociedad puede justificar que es necesario pegar, también la sociedad justifica las guerras y eso cada día nos rechina más (quizá no sea la sociedad sino unos pocos que nos quieren manipular y nos tratan de convencer de algo que tu interior te dice que no está bien).

La frase de “un azote a tiempo”, antes se podía usar con la mujer, ahora, ya respetamos más a la mujer y no lo podemos decir ni hacer ¿por que se puede usar aún con los niños?

Antiguamente se podía pegar a otros humanos, porque eran esclavos y no merecían nuestro respeto, hasta que avanzamos o los esclavos se revelaron y consiguieron nuestro respeto. Hasta hace poco podíamos pegar a la mujer, hasta que han conseguido nuestro respeto, ¿cuándo vamos a empezar a respetar de igual manera a los niños, a los animales y al planeta tierra? ¿necesitará revelarse el planeta contra nosotros para que empecemos a respetarlo? Quizá ya haya comenzado a revelarse.
Somos una humanidad torpe, o más bien, cómoda, no queremos respetar al resto para poder seguir aprovechándonos sin necesitar justificación.
Respetemos a todos: a otros hombres, a nuestras mujeres, a nuestros hijos y a nuestra preciosa tierra.

No hay comentarios: